Reunión de Concejales y Ex Concejales de la Cuenca del Claromecó

El 12 de diciembre se reunió en la ciudad de Laprida la Asamblea de Concejales y Ex Concejales de la Cuenca del Claromecó, organización encabezada por Ignacio Zavaleta, concejal mandato cumplido de la ciudad de Guaminí. Estuvieron presente militantes ecologistas, integrantes de la Ong GAPTA –Grupo Ambientalista del Partido de Tres Arroyos- y activistas y vecinos que conforman las Asambleas Ciudadanas de Benito Juárez y Tandil, notándose la ausencia los concejales de la región, salvo representantes de Juárez, Dorrego y Laprida. A saber: Marcos Díaz, Ariel Zalazar, Eduardo López.
Ignacio Zavaleta abrió la asamblea enunciando las acciones que faltan llevarse a cabo para declarar a la cuenca y a toda la provincia de Buenos aires como espacio Libre de Fracking. Destacó asimismo que estamos en presencia de una puja económica con grandes empresas multinacionales como es el caso de YPF que, la prensa y el gobierno, continúan presentando como formada por capitales argentinos y vinculada a algún interés nacional que, a las claras, es inexistente. De modo que se nos obliga a una conversión productiva forzada, subrepticia, de altísimo riesgo en la contaminación ambiental y además en beneficio de grandes corporaciones.
Seguidamente se hizo una puesta en común de las más importantes preocupaciones respecto de aquellos partidos de la Cuenca cuyas autoridades comunales y cuerpo legislativos no se han expedido aún. Motiva esta decisión exhortarlos para que tomen conocimiento del estado de la cuestión en el avance de los proyectos que se proponen explotar gas tanto en roca madre como en mantos de carbón –proyectos que son de público conocimiento y que la prensa local, regional y de otros partidos bonaerenses recoge a diario, sobre todo en los últimos tres meses-, y se posicionen respecto de la preservación de los acuíferos que surcan la región a diferentes profundidades entre las zonas onduladas entre el sistema de Ventania y el de Tandilia.

En cuanto al caso específico de la explotación de gas en mantos de carbón en el distrito de Laprida y partidos aledaños existe un silencio explícito por parte de la Intendencia, cuyas autoridades y legisladores se han negado a dar información a la ciudadanía, mientras en los corrillos provinciales se sabe a ciencia cierta que el proyecto avanza bajo una supuesta cobertura que afirma que se extraerá el gas bajo “métodos convencionales”, concepto que tendría una especie de cobertura mágico discursiva para calmar el miedo de los pobladores. Pero sabido es que la explotación en mantos de carbón tanto de manera convencional como mediante fracking genera siempre –y de todos modos- contaminación de los acuíferos. De allí que el proyecto sería incompatible tanto con la preservación de la salud del pueblo y de los ganados, como con el desarrollo agrícola y de pequeñas y medianas industrias.

El otro espacio complicado desde el obcecamiento político comunal y en consonancia con ello la falta de información, o la difusión de información falsa que se contradice a diario, es el Partido de Tres Arroyos. Desde hace tiempo el municipio juega a la confusión. Mientras por un lado afirma que no existe gas en el subsuelo del partido, por otro lado en las últimas semanas se llamó a una asamblea pública, invitando a empresarios de YPF y miembros de la OPDS. Esa asamblea fue convocada por fuera de las pautas que la ley direcciona y establece, al mismo tiempo que la “invitación” a la ciudadanía era para escuchar lo que debían decir los expertos. Escuchar sin opinar, con un mínimo derecho a preguntar. Pero esa asamblea mal convocada, quedó sin efecto pocas horas antes de llevarse a cabo. Y su finalidad que supuestamente habría sido “tomar información” para extender por dos años más la moratoria para no perforar en el partido, por el momento quedó sin efecto hasta el mes de marzo.

Frente a situaciones como las aquí expuestas y que han sido bastante comunes en la mayoría de los partidos de la Cuenca del Claromecó, la Asamblea reflexionó acerca de las consecuencias que en el presente y en el mediano y largo plazo tienen este tipo de actitudes. Sin lugar a dudas la falta de respuesta por parte de los intendentes y concejales ante el requerimiento de los vecinos; el negarse a un diálogo sin intimidaciones policiales como ocurrió a principios de este año en Benito Juárez; el dificultar la conversación directa entre representantes y representados, porque los representantes traen expertos –siempre de las empresas o de organizaciones afines- cuya palabra pareciera asumir grados de “santificación divina” que debe aceptarse a boca cerrada y sin protestar; así como el desconocimiento explícito de miles de firmas de vecinos propiciando el Libre de Frackingcomo es el caso de Laprida, son todas señales quemuestran a las claras que estamos asistiendo a un debilitamiento de la Democracia por ruptura del Pacto de Representación.

Sin lugar a duda las autoridades comunales y los concejales están –como todo representante electo por voto popular- obligados a cumplir el Pacto de Representación. Y en los espacios municipales que las autoridades se dediquen a negociar con empresas multinacionales y transnacionales conduce a propiciar el lobby que es uno de los mecanismos de ruptura de la representación. En virtud de ello los integrantes de la Cuenca del Claromecó sentaron posición respecto de hacer pública todas las rupturas de dicho pacto, siendo la ciudadanía la única garante para la pervivencia de los mecanismos democráticos, en un tiempo en que sus representantes parecen hacer oídos sordos a la obligación que han contraído en el mismo momento que aceptaron integrar una lista, y en caso de ser elegidos, asumir para conducir los destinos de su partido. Por eso mismo las vecindades activas están para cuidar y preservar la vida democrática y los mecanismos institucionales.



En nuestra Cuenca ha sido un ejemplo a imitar la Asamblea Vecinal de Benito Juárez, cuyos integrantes tienen mucho para transmitir y para enseñar, ya que han podido superar los comunes conflictos locales pueblerinos y encontrar un objetivo común, al tomar plena conciencia que estamos ante un mismo enemigo de inmenso poderío. Con el ejemplo de los vecinos juarenses, el trabajo incansable de los ambientalistas tresarroyenses y los aportes conjuntos de todos los activistas e integrantes de asambleas vecinales tanto en los aspectos que hacen al análisis de los mecanismos institucionales como a la dedicación exclusiva a recolectar información científica nacional y extranjera, los concejales y ex concejales presentes continuarán la tarea de vincular la cuenca del Claromecó a la totalidad provincial, así como a otros espacios argentinos y latinoamericanos que están siendo acorralados por el mismo flagelo empresario corporativo, difundido por las autoridades provinciales y nacionales como “desarrollo, desarrollo sostenible o progreso”. Nada de eso es verdad, antes bien el quiebre de las economías regionales traerá a la zona empobrecimiento, contaminación y destrucción ecológica tal y como puede observarse en cualquier sitio de nuestra Patagonia.