En los senderos del parque hay cada vez menos accidentes

Los vecinos de la comarca suelen preguntarnos por qué es que existen condicionamientos de seguridad para el uso de los senderos del Parque Provincial que no permite el ingreso a todos los visitantes.

En el año 1997, cuando comenzaba el manejo del público dentro del Parque, se resolvían accidentes de importancia con una frecuencia de 1 cada 250 visitantes, lo cual significaba un promedio de 2 asistencias para el descenso (Camilla o carga a hombro) por día en temporada alta, con una alta inversión de tiempo del personal interno como de la colaboración de los cuarteles de Bomberos Voluntarios de Tornquist, Villa Ventana y Sierra de la Ventana. Además, para quienes acompañamos a los accidentados viviendo situaciones en extremo incómodas y hasta riesgosas, vemos cuan negativa era la experiencia para ellos.

El tipo de terreno, el clima y el perfil de nuestros visitantes favorecían casos de pérdida de equilibrio, hipotensión, mareos, picaduras, quemaduras por exposición solar, golpes de calor, cortes en los pies, cansancio extremo, tropezones, caídas, contusiones, esguinces, quebraduras, pérdida de conocimiento, etc. Incluso alrededor de aquellos primeros años de manejo, murieron 3 personas en el Cerro Ventana. 2 de ellos por infarto y el tercero por caerse hacia el frente del hueco de la Ventana intentando descender por allí. Existieron asistencias de primeros auxilios con riesgo para la vida del accidentado como casos de quebraduras expuestas con hemorragia, contusiones cerebrales con pérdida de conocimiento, ahogamiento, cortes de brazos por caídas con botellas de vidrio y en particular un entubamiento de laringe por asfixia de un niño de 13 años.

Como los Guardaparques Provinciales tienen a su cargo la seguridad de las áreas protegidas (Art. 14, Ley Pcial. 10.907), una de las primeras acciones operativas del servicio de Guardaparques fue la de diseñar, sostener e ir corrigiendo y adaptando un plan de uso del parque que intentara mitigar estas consecuencias en la salud y el disfrute de sus visitantes. Este plan, basado en la prevención de casos, se centro en las condiciones descuidadas y negligentes con las que los visitantes intentaban ingresar a los senderos.

Hoy, 14 años después, se ha aprendido a fuerza de experiencias un método para determinar las condiciones adecuadas de seguridad para cada uno de los diferentes senderos. Es por ello que en este momento estamos detectando sólo una quinta parte de los accidentes que ocurrían entonces, y una disminución de la gravedad de estos casos.

Las medidas implementadas son:

· Horarios límites: Reducen las probabilidades de insolación o golpes de calor. Facilitan el traslado seguro en camilla. Hacen más distendida la bajada, que es donde ocurren la totalidad de los accidentes registrados.

· Edades límites: Procuran que los niños tengan la resistencia y coordinación necesaria para completar el sendero sin ser asistidos en brazos u hombros, que es una altamente riesgosa técnica de trekking.

· Agua mínima dentro de mochila deportiva: Reduce probabilidades de pérdida de equilibrio, deshidratación y posteriores accidentes o insolación .

· Zapatillas deportivas con suela adherente y acordonadas: Reducen los resbalones, tropiezos y lastimaduras en los pies.

· Abrigo, gorro, protección solar, alimentos según la ocasión: Procura un tránsito cómodo que favorece la disminución de casos.

Estas medidas se han implementado de manera sucesiva a lo largo de los años, informándolas, eventualmente a las oficinas de informes turísticos, complejos de cabañas, hoteles, restaurantes, etc.; de manera que existan buenas chances para los visitantes de poder cumplir con los requisitos

Es responsabilidad de todos los habitantes de la comarca, asesorar adecuadamente a nuestros visitantes que deseen transitar los senderos naturales. Logremos que se preparen de manera propicia para la actividad y sepámoslos derivar oportunamente a los centros de informe del Parque en los casos que sea necesario.

El comportamiento dentro de las áreas naturales protegida debe garantizar la conservación del área y nuestra seguridad.



Fotos: Guillermo Martín Albanese