La recuperación del Palacio Municipal ingresó en su última etapa

La puesta en valor del Palacio Municipal, emblemática obra proyectada, dirigida y construida bajo la supervisión del arquitecto e ingeniero Francisco Salamone, ingresó en las últimas horas en su instancia decisiva. 

La intervención no solamente contempla la recuperación de la fachada del inmueble, que con el correr de los días se asemeja cada vez más a su fisonomía original, sino que también incluye la iluminación del edificio y la posibilidad de poner nuevamente en marcha el reloj de la torre.

“Estamos finalizando la segunda etapa, y por una decisión del intendente, se trabaja para implementar la iluminación ornamental en la fachada”, confió la secretaria de Obras y Servicios Públicos, arquitecta Anabella Madueña.

“Entre los numerosos proyectos que presentamos en los organismos nacionales y provinciales, para Gustavo resultó también importante la refacción de los edificios patrimoniales”, explicó.

La funcionaria comunal comentó que la refacción se está ejecutando con recursos provenientes del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, y recordó que la primera etapa consistió en el arreglo de la torre del edificio y la intervención en los sectores del basamento que presentaban un marcado deterioro.

“En este momento estamos finalizando la segunda etapa, que es la aplicación del revestimiento y la recuperación de las puertas y ventanas originales. La última instancia será la iluminación ornamental, que cubrirá tanto el basamento como la torre”, afirmó.

“Estamos muy entusiasmados con esta obra y ansiosos de poder compartir con la comunidad la iluminación”, señaló.

Por su parte, el arquitecto Rubén Otero, responsable de la firma que se encuentra a cargo de los trabajos, brindó detalles de los trabajos que se están llevando a cabo.

“En la primera etapa trabajamos en corregir todas aquellas causas que estaban generando patologías y deterioros en el edificio, y realizamos un tratamiento de humedad ascendente, que generaba deterioros importantes”, relató.

“Por las características que tiene, a la torre pudimos recuperarle la superficie original. El basamento, en cambio, no lo permitió. Por eso realizamos un recapado respetando la composición, granulometría y color original”, mencionó.

“Dentro del proyecto de intervención general, se propuso realizar un trabajo de iluminación ornamental, que por supuesto dista de ser original, pero con la plaza modelo que tienen en Tornquist y las perspectivas que tiene el edificio desde su periferia, nos parecía interesante marcar sus líneas y resaltarlo”, consideró.

El desafío final será poner en marcha el reloj que posee la torre, que entró en funcionamiento en 1938, junto con la inauguración del histórico inmueble.

“Como corolario de todo este trabajo que se está efectuando, la idea es poner en marcha el reloj. Respetando su forma y sus agujas, vamos a colocar un sistema electrónico que permita que funcione mucho más tiempo sin ninguna dificultad”, destacó Otero.

Prensa Municipalidad de Tornquist (prensa@tornquist.gov.ar)

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