por Hugo A. Di Leonardo
Juan Crisóstomo de Arriaga nació en Bilbao, 27 de enero de 1806. Murió a los 19 años de tuberculosis en París un 17 de enero de 1826. Su nombre completo era Juan Crisóstomo Jacobo Antonio de Arriaga y Balzola. Fue bautizado ese mismo día en la parroquia de los Santos Juanes. Era el octavo hijo, aunque tres habían muerto ya cuando él nació. Allí, su padre, Juan Simón de Arriaga, organista en Berriatúa, le enseñó los fundamentos de la música. Su talento le lleva a convertirse en alumno de Faustino Sanz, renombrado violinista. A los 11 años ya compone y representa obras en las sociedades musicales de Bilbao.
A los 15 años de edad su padre decide que continúe su formación en el Conservatorio de París, donde estudia violín con Pierre Baillot, armonía con François-Joseph Fétis y contrapunto con Luigi Cherubini. En dicho conservatorio fue nombrado profesor auxiliar de Fetís en 1824.
Su obra, de la cual sólo se habían editado los cuartetos, cayó en el olvido hasta que a finales del Siglo 19, dentro del Movimiento nacionalista Vasco, se convirtió en un mito más por su inmenso potencial que por sus obras terminadas. En Bilbao se construyó un teatro que lleva su nombre, Teatro Arriaga y se levantó un Monumento en su honor. Además, el actual conservatorio de Bilbao también lleva el nombre del autor.
Su música se puede relacionar con Haydn y con el primer Beethoven. Tras su muerte, con algunos informes de Fétis como único material biográfico confiable, la historia de la vida de Arriaga fue mitificada y se le quisieron encontrar semejanzas a Mozart, tales como que nació exactamente 50 años después y llevó el mismo nombre (Juan Crisóstomo, como Johannes Chrysostomus Wolfgangus), aunque la coincidencia no es extraña, ya que por esa época se solía bautizar a los niños con el nombre del santo del día de su nacimiento; una de las festividades de San Juan Crisóstomo se celebraba el 27 de enero. También se le encontró una pareja precocidad, pues tocaba el violín a los 3 años y compuso su primera ópera a los 13.
De su producción sinfónica se han conservado las Oberturas Op. 1, Op. 20 y la Obertura para su ópera en dos actos Los esclavos felices, cuyo libreto escribió el célebre dramaturgo Luciano Comella. Aunque se compuso entera, es todo lo que ha quedado de ella. Su catálogo orquestal se completa con la Sinfonía en Re menor. Sin duda la obra más famosa de Arriaga son los tres cuartetos de cuerda, única obra que vio publicada en vida. Otra parte importante de su producción es la obra para voz y orquesta que también comprende arias, cantatas y música religiosa, entre la que destaca su Stabat Mater para dos tenores bajos y orquesta.
Escribió asimismo algunas pequeñas piezas y Estudios para piano y para violín.
Hoy escucharemos la obertura de “Los esclavos felices”, una opera en 2 actos de 1820. en cversión del Ensamble Il Fondamento.
https://www.youtube.com/watch?v=2HoQYqLhJU0
Su obra, de la cual sólo se habían editado los cuartetos, cayó en el olvido hasta que a finales del Siglo 19, dentro del Movimiento nacionalista Vasco, se convirtió en un mito más por su inmenso potencial que por sus obras terminadas. En Bilbao se construyó un teatro que lleva su nombre, Teatro Arriaga y se levantó un Monumento en su honor. Además, el actual conservatorio de Bilbao también lleva el nombre del autor.
Su música se puede relacionar con Haydn y con el primer Beethoven. Tras su muerte, con algunos informes de Fétis como único material biográfico confiable, la historia de la vida de Arriaga fue mitificada y se le quisieron encontrar semejanzas a Mozart, tales como que nació exactamente 50 años después y llevó el mismo nombre (Juan Crisóstomo, como Johannes Chrysostomus Wolfgangus), aunque la coincidencia no es extraña, ya que por esa época se solía bautizar a los niños con el nombre del santo del día de su nacimiento; una de las festividades de San Juan Crisóstomo se celebraba el 27 de enero. También se le encontró una pareja precocidad, pues tocaba el violín a los 3 años y compuso su primera ópera a los 13.
De su producción sinfónica se han conservado las Oberturas Op. 1, Op. 20 y la Obertura para su ópera en dos actos Los esclavos felices, cuyo libreto escribió el célebre dramaturgo Luciano Comella. Aunque se compuso entera, es todo lo que ha quedado de ella. Su catálogo orquestal se completa con la Sinfonía en Re menor. Sin duda la obra más famosa de Arriaga son los tres cuartetos de cuerda, única obra que vio publicada en vida. Otra parte importante de su producción es la obra para voz y orquesta que también comprende arias, cantatas y música religiosa, entre la que destaca su Stabat Mater para dos tenores bajos y orquesta.
Escribió asimismo algunas pequeñas piezas y Estudios para piano y para violín.
Hoy escucharemos la obertura de “Los esclavos felices”, una opera en 2 actos de 1820. en cversión del Ensamble Il Fondamento.
https://www.youtube.com/watch?v=2HoQYqLhJU0
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