Pero no porque lo que sigue a continuación tira por tierra mi esperanza de error: “La Dirección de Cultura informa que continuando con el Ciclo de Homenajes a figuras de nuestro país, en el marco del año del Bicentenario de la Independencia Argentina, este sábado 28 se rendirá homenaje a “El Potro” Rodrigo Bueno. El evento tendrá lugar en Teatro “Rodolfo Funke” a las 20.00 hs. Entre las actividades previstas habrá música en vivo, videos, entre otras”. Rodrigo Bueno, Dios lo tenga en su santa gloria, fue un hermoso muchacho, con dos ojos verdes como faroles, una madre a la que le “chiflaba el moño” como él mismo solía decir, cantaba cuarteto, hacía bailar a las piedras, una madrugada se dio un tremendo palo en la autopista (Buenos Aires - La Plata) que le causó la muerte y un grupo de admiradores le hizo un santuario en el lugar. La pregunta que me hago es: ¿Con qué criterio se ha elegido a Rodrigo, (tranquilo Potro, descansá en paz que con vos no es la cosa), para rendirle un homenaje en el marco del bicentenario de la independencia de la patria? ¿Por qué no a Riky Maravilla, Pocho la Pantera o Leo Mattioli? ¿No tienen el mismo derecho si son cantantes populares? ¿No debió hacerse una consulta distrital para elegir al homenajeado? Esta cuestión me ha despertado una inquietud mayúscula porque ahora soy una directora de escuela jubilada y no puedo volver atrás para modificar mi práctica docente en el área de las ciencias sociales. Confieso con gran preocupación que omití enseñar a mis alumnos el papel que ha tenido el cantante cuartetero en el logro de nuestra independencia y eso que pasé 32 años de mi vida intentando de llenar los aprendizajes de contenido histórico. Quizás alguien pueda creer que tengo algo en contra de los artistas popula-res y de seguro ese alguien no me conoce, por eso antes de que nadie monte nin-gún picazo, aclaro que estoy escribiendo porque advierto que el eje de la cuestión es el vaciamiento de contenidos histórico que conlleva esta “acción cultural” y calza como un guante en la siguiente declaración de la señora directora: ““Para el 9 de julio, nos vamos a tener que sentar con todas las instituciones que estén interesadas en hacer algo para ese día y ver de qué manera podemos aunar criterios y realizar algo importante. Desde nuestra área estamos tratando de armar el acto con una erogación económica mínima”. ¿Podría haberme callado y mirar para otro lado? Sí, podría pero no quiero porque si lo hiciera estaría traicionando lo que pregoné como docente de escuela pública argentina a lo largo de muchos años, ante muchísimos alumnos y colegas que creyeron en la honestidad de mi discurso y de mi hacer en el al aula o al frente de las escuelas que dirigí.
Norma Blanca Fernandez
Sierra de la Ventana
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