Hotel Provincial Sierra de la Ventana

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29 julio 2015

Favaloro, el último patriota...

Se cumple este 29 de julio el 15º aniversario del fallecimiento del Dr. René Favaloro.

El escritor de Coronel Suárez Jorge Alberto Duken lo recuerda con esta nota:

Autor: Jorge Alberto Dukuen – .

Con la continua esperanza de tener “una vida normal”, el ser humano vive los sufrimientos a los que los somete una sociedad deshumanizada, consumista y sin objetivos éticos y morales reemplazados por una fama o un éxito efímero que dejan un vacío existencial en millones de personas.

Como reflexión para los que queremos otro destino mejor para los nuestros y los que vendrán, valga el ejemplo de “entrega diaria en vida y por la vida” de un ser singular que dio el paso final, no sin antes dejarnos su gran obra científica y humana, el corazón por su Patria y su honradez como norte en su derrotero terrenal...

El valor de una vida ejemplar...
En la singular búsqueda de ejemplos para imitar por allí citamos a la Madre Teresa, a Gandhi, a Sabín, a Martín Luther King y a muchos más que dieron todo por la humanidad.

En nuestro país si bien siempre hubo ejemplos, sentíamos que faltaban y, sin embargo, no nos

dimos cuenta otra vez, no los cuidamos, no fuimos celosos custodios de tan preciados tesoros humanos.

Citando a algunas personas que merecen nuestro eterno recuerdo, ayer nomás, el doctor Esteban Laureano Maradona dio su vida por los pobres del norte del país: pocos conocieron su gran ejemplo humano.

No muchos se interesaron en el trabajo silencioso del Dr. Bernardo Houssay, el Dr. Luis Federico Leloir y César Milstein, científicos y seres honorables de nuestra Patria.

¿Cuántos recuerdan a la mujer ejemplar, luchadora y tierna que fue Alicia Moreau de Justo...?.

El ejemplo generoso, deportivo y humano de Juan Manuel Fangio.

Pero seguíamos buscando ejemplos en una sociedad corrompida, hipócrita, plagada de “virus” que infectan y denigran a un país que tiene todo y merece ser grande...

Teníamos a tantos seres singulares, teníamos a este médico rural excepcional tan cerca y no lo cuidamos, además de no escuchar sus palabras que reflejaban el paradigma del ser nacional en toda su magnitud.


Médico rural, de corazón...

En el barrio “El Mondongo”, el 12 de julio de 1923, nació otro hincha del “lobo” platense, con vocación de médico y amigo, docente y científico, íntegro e idealista, su meta moral y ética dignó su camino humanitario.

Curó con sus manos a miles de corazones, primero mitigó las ansiedades de esas almas.

El nos marcó el valor de mirar la Patria como algo real legándonos su ejemplo de austeridad, humildad y amor por el prójimo.

Luchó porque todos comprendiéramos que había que volver a las fuentes, a los valores esenciales del ser humano, a la purificación de las almas como fin de vida.

El médico rural que tanto amó a su Jacinto Arauz, donde con su hermano enseñó a “comadronas”, luego enfermeras y mucamas, como cuidar al ser humano; el paciente primero era su lema.

Quien predicó la medicina preventiva, y en cada acto o entrevista señalaba que pasamos a ser “nosotros” en cambio de “yo”; “no hay enfermedades, hay enfermos”. No le escuchamos, no comprendimos que estábamos ante el espejo que debíamos mirarnos...

Una tarde de sábado entregó su corazón…

Favaloro, el cardiocirujano argentino exitoso y uno de los grandes del mundo, el hombre que eligió quedarse en su país para honrarlo, cultivando la amistad, el afecto por “su gente” y de regalo: su enseñanza. Sus palabras que hoy suenan claras, se sientes punzantes en las mentes, y es de esperar sirvan como ejemplo para los argentinos con ideales y objetivos loables en esta vida.

Un día enfermó de tristeza, la corrupción, la burocracia e hipocresía avanzaba, lo asustaba el presente y futuro para nuestros jóvenes y se hartó de suplicar ante los que debían haberle escuchado, los que no atendieron su grito desesperado de auxilio... él que todo de sí nos brindó...

Él que con sus manos de niño trabajó la madera, con sus manos plantó y cultivó la huerta, con sus manos asistió a madres e hijos, con sus manos “acarició” el alma de cada paciente, con sus manos “zurció” miles de corazones, con sus manos escribió todo lo que aprendía, aplicaba y enseñaba... otras manos manchadas fueron las que ese sábado de julio “jalaron el gatillo...”.

Prócer contemporáneo: tu mensaje ha calado hondo en la gente, esperemos que tu inmolación no sea en vano pues las generaciones que vendrán sabrán de ti y tu legado de un valor humano singular, de la idoneidad médica, la calidez de tu mirada sencilla y bondadosa... de tu sufrimiento y de tu amor por la Patria, como San Martín y Belgrano... si siguen tus ejemplos, si rememoran tus pasos ese país grande estará en el camino de los argentinos...

Quince años han pasado de ese sábado 29 de julio de 2000 que se fue el hombre que abrazó con todo su amor y su profesionalidad a su tierra, a sus hermanos...

El simple homenaje a este gran ser humano, al cual todos le debemos mucho. El autor.

*************
El doctor René Favaloro y una herencia muy valiosa...

Pensemos en el ejemplo de Favaloro, su idoneidad, su aporte a la ciencia médica y su renunciamiento a valores terrenales para abrazar la docencia y brindar la solidaridad con la salud del necesitado, tuviera plata o no.

La crisis de valores esenciales que vive la humanidad es como una enfermo en estado extremo, tenemos una sola oportunidad y la deberemos aprovechar con inteligencia, valor, fe, prudencia, respeto y todo el valor ético y moral que el doctor René Favaloro nos legó, pues ella fue la herencia más valiosa que este ilustre hombre dejó a los que quisieron escuchar sus claros mensajes cada vez que se tomaba unos minutos de su diario derrotero.

Entre sus mayores preocupaciones siempre estuvo la educación. “Si no se mejora la educación estamos perdidos”, dijo más de una vez. Y el llamado a un debate a fondo sobre el problema en la escuela pública y en la universidad eran los temas que le quitaban el sueño.

Aquí algunos de sus claros conceptos que mencionaba al periodismo unos meses antes de su muerte y que quizás "muchos dirigentes no entendieron":



* En estos días inauguraremos la sede de nuestro Instituto de Cardiología de la Fundación Favaloro. Tardamos 12 años en construirlo y costó 55 millones de pesos. Pagaremos hasta el último centavo. Nadie nos regaló nada, aunque muchos nos ayudaron.

* Hay 250 camas, 3 salas de hemodinámica y cateterismo, con tecnología de última generación, igual o mejor que las de los Estados Unidos.

* El Instituto es sin fines de lucro. Todos, aun aquellos que no tengan un peso, tendrán un espacio exactamente igual a los demás. Todo se hizo pensando en el enfermo. Los quirófanos son lo único "de lujo", con paredes de acero inoxidable, no poroso, para evitar contaminación.

* En cada sala hay un botón rojo. Cuando suena la alarma todo el edificio está en emergencia médica. Cuando suena la alarma, conectada a una computadora, se registra el tiempo que se demora en la atención, que puede ser de un minuto, dos... tres a lo sumo.

* Las canillas de los baños se hacen funcionar con la rodilla para no tener que tocar los elementos con las manos. Nuestro Instituto está a la par de los mejores del mundo.

* Después de pagar las deudas, todo lo que reditúe será empleado en mejorar los servicios.

Es verdad que tardamos 12 años en terminar el edificio, pero no recibimos ni un peso por debajo de la mesa. ¡Eso jamás!

* Guillermo Rawson fue un gran médico de su tiempo. Pasó por el Senado, fue ministro y al final de su vida tuvieron que darle una pensión porque no tenía para comer... (a muchos senadores no les va a ocurrir eso...)

* A veces, un empleadito de cuarta, en esta burocracia terminal, es el que demora una firma (por ejemplo, para retirar elementos importados) a la espera de una coima. Podrá seguir esperando toda su vida...

* Si San Martín viviera caparía a lo paisano a varias generaciones de mandantes.


* Sufro el país hasta el tuétano. Tengo un amor infinito por mi Patria.

* Cuando en el tratamiento del enfermo descubrimos un error, o una desatención, sancionamos al culpable. El estatuto es muy rígido, muy severo, y se aplica sin contemplaciones. La disciplina es fundamental.

* En nuestro equipo hay 7 u 8 cirujanos que me pueden operar a mí.

* El corazón es una víscera. Duele, se refleja en el cuello, en el brazo, en el pecho, hasta en la mandíbula...

* Caminar después de comer es lo peor que se puede hacer. El perro come y se echa a descansar; el león come y no se mueve hasta digerir. El hombre "traga" y sale a caminar "para bajar la comida". Es una locura.

* La cardiología argentina siempre anduvo muy bien. Tenemos una gran base fisiológica. ¡Y tuvimos dos premios Nobel!

* Hay que prevenirse, cuidarse del colesterol, del cigarrillo... el tabaco es un veneno.

* Hay que procurar mantener el peso, hacer ejercicios, cuidar la presión.



* Permitir la publicidad del tabaco por radio y televisión es un signo de subdesarrollo.

* En los Estados Unidos si invitan a alguien a un programa de televisión, le advierten que no debe fumar en cámara. Aquí se hace alarde del pucho. ¡Es una barbaridad...!

* Tengo excelentes recuerdos de mi paso por Jacinto Aráuz. En mi libro El médico rural está reflejada mi actividad de casi 12 años en La Pampa, una provincia que siempre estuvo bien. Hay que decirlo.

* Después fui a los Estados Unidos y me quedé otros 10 años, pero regresé para instalar en mi país la docencia y la investigación. Eso lo dije allá, cuando embarqué, en 1971.

* Al país le faltó dirigencia en los momentos más importantes de su desarrollo.

* Casi nadie sabe que la mitad de los inmigrantes que llegaron al país se volvió a Europa. A fines del siglo pasado y principios de éste (se refería al XIX y XX) les daban techo y comida por 5 días y después "arreglate como puedas".

* En los años 1910, 1912, los que se volvían eran más que los que llegaban.

* Les habían adjudicado tierras, pero a unos pocos. Son los que se adueñaron de lo que llamaron "la campaña del desierto". Y yo digo que fue de la pampa húmeda. La campaña terminó donde comenzaba el desierto.

* Seguimos exportando trigo, grano, cuero... pero voy a Italia y veo que los zapatos italianos son una maravilla, pero los fabrican con nuestros cueros.

* Los italianos inundaron los Estados Unidos con sus spaghetti, hechos con trigo argentino.

* La Argentina nunca tuvo una clase dirigente que pensara en industrializar lo que produce el campo: el cereal, el algodón, la lana...

* Con algunas excepciones, la industria argentina fue Flor de Ceibo. No debemos competir con Taiwan, con Corea. Tenemos que competir con la calidad.

* Hablamos de la fabricación de automóviles, pero la mayor parte de los componentes viene de afuera, y aquí se arman. En ese aspecto Brasil es más hábil que nosotros".

* * * * * * *
Las definiciones del doctor René Favaloro no han perdido actualidad. Parecen dichas hace poco tiempo atrás. Así como insistía que el diagnóstico debe ser perfecto (si no lo es el enfermo muere), para el país también hay que diagnosticar con precisión. En el enfermo hay que averiguar qué pasó con los padres, con los abuelos y así el paciente será tratado mejor. Para el país, también, hay que conocer qué pasó en su nacimiento como Nación. La historia argentina no está bien contada. Esto no es de ahora, viene de lejos. Y mientras no hagamos un diagnóstico profundo de por qué nos pasan estas cosas, no vamos a encontrar la terapéutica que nos permita salvarnos. Ya los abuelos llegaron engañados. Tenían la idea de irse al campo, donde les habían prometido tierra, pero no había tierra para ellos. Se las habían quedado unos pocos, como en todos los órdenes de la economía, dinamizada para algunos… no para todos los argentinos.



Decálogo de Principios de la FUNDACIÓN FAVALORO

Presentado por el Dr.René Favaloro:

1. Honestidad.

2. Trabajar con pasión, esfuerzo y sacrificio sin límites.

3. Evitar ser influidos por conceptos dogmáticos o prejuicios propios o ajenos.

4. Sus contribuciones tendrán valor si sólo son el producto de su libre albedrío, ejercido sin sometimiento ni límites.

5. No apartarse nunca de la ética, al comprender que ella está implícitamente condicionada por la moral y por el respeto a la dignidad y a la condición humana del paciente y de sus familiares.

6. Deberá comprender con humildad que es necesario trabajar en equipo. Sacrificará lo individual en beneficio de lo colectivo. La evolución científica así lo demuestra. El yo ha sido reemplazado por el nosotros hace ya bastante tiempo.

7. Hay que sacrificarlo todo en aras de la verdad y nada más que la verdad. Decir siempre en voz alta lo que se piensa por dentro. Nada puede sustentarse sobre la mentira.

8. Si además del alivio del sufrimiento de nuestros semejantes enriquecemos nuestros conocimientos, la satisfacción será doble.

9. El sujeto básico de nuestra tarea, y por ende el único que gozará de privilegios, será el paciente.

10. Solamente se llegará a gozar de lo realizado cuando en su alma sienta, preferentemente en los silencios necesarios para la reflexión, que el único premio verdadero es el que proviene del placer espiritual, limpio y sereno del deber cumplido.
                                                                                        Jorge Alberto Dukuen –Coronel Suárez.


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